viernes, 11 de diciembre de 2020

Aprender del otro

Hay tantas historias diferentes de amor,  y también muchas iguales a otras: con "buenos inicios y malos finales": lo de siempre ¿no?, cuentos de hadas, o de terror, infinidad... Pero ésta que van a leer, tiene que ver con un "Despertar", luego de enamorarme de un hombre sin querer queriendo.

No les voy a decir que es la persona perfecta, "el prototipo que todos deseamos" no, lejos de eso. Pero un amor desde mi corazón hacia su persona, comenzó a despertar en mí, habilidades que tenía dormidas. Y leí una vez, que algo así sucede cuando uno encuentra un "Alma Gemela", y no tiene que ver con aquello que pensamos siempre: "ser iguales, con los mismos gustos, costumbres, el mismo destino o proyectos.... todo perfecto". Tiene que ver con una persona que nos refleja lo que nos falta aprender, la que nos lleva a mejorar, la que nos mueve a salir de la zona de confort. La que te va a poner a prueba, con la que te vas a conocer a vos mismo. De qué serías capaz, de cómo actuarías en ciertas situaciones, por amor al otro. Qué cosas harías, hasta dónde llegarías. Como la imagen que tienen en el Oriente de un "Maestro", "El maestro aparece para que aprendas la lección. Cuando hayas aprendido, el no llamará más a tu puerta".

Y que con aquel amor dentro podes descubrir grandes habilidades en tu ser, y comenzas a valorarte, a replantearte cosas. "Por más que yo pueda hacer tal cosa, ¿es necesario?, ¿Para qué?"  "¿Qué vale más la pena; hacerlo por esa persona o no hacerlo por MI persona?. Si puedo aprender y mejorar, ¿Por qué no hacerlo?. Y que mejor que una persona que sabe ciertas cosas, acompañarlo y crecer junto a él.

Pienso que la mejor pareja que podemos tener, nos ayuda a mejorar, a crecer. Después de él, soy una nueva mujer. No creo ser diferente a cómo era antes, pero sí tengo ahora una mejor versión de mí misma.

Aprender del otro, ver qué hace y cómo, si le funciona, acompañarlo de igual forma. Pero si no, proponerle hacerlo diferente.
Un amor tan grande como el que sentí por él, me hizo dar cuenta de mi enorme corazón. Bueno en este párrafo parezco demostrar una autoestima bastante elevada jaja, pero es que realmente lo siento así. Tanto amor para él, como para mí. Porque hoy me amo más que a nadie, me cuido y me valoro. Me doy la oportunidad de mejorar en cada cosa.

Lo aprendí con muchas vivencias junto a él. No teníamos una convivencia perfecta eh, justamente acá de "rosa" no hay nada. Pero es que si las situaciones no hubiesen sido aquellas, hoy yo no sería esto que soy. Y no voy a definirme en este momento, pero lo único que les digo, es que me gusta ser quien soy, y cómo soy. Y lo mejor de todo es que voy a mejorar, y hacerme respetar.

En algunos momentos llenos de amor, recuerdo muy lindas palabras de él hacia mí. Y en otros momentos de crisis, también recuerdo algunas palabras duras, pero ¡Dios!, ¡como ha funcionado eso en mí!. Como cuando un mejor amigo te dice la verdad, para ayudarte diciéndote "date cuenta", o "despertate" "salí de ahí", o lo que sea que nos dicen para ayudarnos frente a una situación, él sin querer queriendo o sí queriendo, (no lo sé), generó un despertar de mí persona. Como si mi parte más vaga, era la que me dominaba, y mi parte más útil e inteligente parecía estar anulada. Tal vez fueron como unas palabras mágicas que me dijo y me hicieron el click. Y la típica cuando nos dicen algo enojados, nos enojamos el doble y seguíamos peleando. Pero ¿saben qué?, en muchas cosas él tenía razón. Y en otras no.

Yo siendo una mujer paciente y respetuosa frente al otro, entiendo que cada uno tiene sus tiempos, sus formas para procesar la vida. Él quizás estaba algo más apurado, o cansado, pero le faltó respetar mis tiempos.

Cosas buenas y cosas malas.

Las buenas las re disfruté, porque aprendí a vivir el día a día. A partir de quedar enamorada de él, recordaba cada cita, le prestaba mucha atención, lo escuchaba, lo miraba. Valoré cada minuto juntos. Por eso quedé feliz con aquello que viví. Y no me pasó con otros amores, la verdad, no recuerdo de haber vivido una admiración por otra persona. Tuve muchos amores, hermosos y fuertes. Pero ésta última relación dejó consecuencias magnificas en mí. Hoy le hablé de él a una amiga, y no puedo evitar sonreírme, que boluda.

Debido a aquellas otras experiencias antes que él, soy paciente. Claro, uno va mejorando sus habilidades. Entonces después de vivir bastantes cosas, no me desespera problemas pequeños: como si algo se rompe sin querer, si hay migas en la mesa, si una comida no sale bien. Si una idea, una salida o un proyecto se frustra: es la vida así. Y estoy preparada para eso y más. Todo puede pasar, hay que saber cómo manejarlo, y si no sabemos todavía cómo, bueno tratar todo con calma. Pero ser conscientes y no agravar cosas pequeñas, ya vendrán solas las complicaciones de la VIDA.

Cuando sucedía algo así, y él no podía manejar las situaciones y se enojaba, yo hacía dos cosas: tratar de calmarlo, y defenderme diciendo: "No pasa nada, es un problema insignificante". Pensando que ahí la discusión terminaba, pero no.  Hasta que nos pedíamos perdón y listo. No es cuestión de justificarlo, pero mejoré a un cien por ciento mi rendimiento en todo. Estoy mucho más interesada por aprender de todo, escuchar y leer. Mucho más ordenada de lo que era (y eso que me gustaba separar la ropa por color eh), más prolija, más dedicada. Talvez su forma no era la más adecuada. Pero todo llegó a mi como un regalo, un baldazo de agua fría. Pero una de las mejores cosas de mi vida.

Eso que te mantiene al trote, que te hace mejorar. Miré y aprendí.

Claro que uno saca la experiencia en cómo resolver ciertas cosas, cuando la prueba es en estado de conflicto, crisis. Entonces las peleas, y los problemas nos dejan estas cosas: reflexiones para las próximas veces. De mi parte yo pude mejorar todo aquello que hacía a medio pelo, como decimos en Argentina. La otra parte sabrá cuales son sus cosas a mejorar. 

De lo malo, nació mi evolución, mi presente del cual estoy orgullosa de mi misma. Y de lo bueno, los recuerdos, me lleno de amor. En aquel momento me llenaba de energía y alimentábamos ese amor. Entre lo blanco y lo negro, cierro los ojos y salta lo blanco: El #amor las #sonrisas las #caricias los #momentos #únicos las #charlas las #cenas los #paseos su #sonsira sus #ojos el andar de la mano la #magia 

Uno puede explicar, contar anécdotas pero imposible transmitirle al otro sentimientos despojados de la lógica o "lo correcto". Porque algunos pensarán que el otro te molesta, te pelea, pero quizás quiere decirte: "Por favor hazlo mejor" y no sabe cómo.

Hay amores y amores, y éste fue el más importante en mi vida.

Amar con o sin, fuerte y despacio, con alegrías y enojos. Con gustos y con disgustos. Amar al otro en las buenas y en las malas, cuando puedes y cuando no puedes. Cuando estás dispuesta a dar el 100%.  Cuando estás cansada y amar hasta cuando quizás no te ama. Amar es amar, sin esperar. 

Cuando sentí que necesitábamos un respiro, porque hasta creí que lo estaba molestando... por amor me distancié. Por amor a él y por amor a mí, me fui un poco lejos. Para que todo se encaminara, porque desde afuera siempre se puede ver mejor. Lo dejé sin mí. 

Entonces imagino que ÉL aprendió que hoy estamos, y mañana quizás no. Hoy amamos, quizás mañana ya no. Hoy podemos, quizás mañana no. Vivir el presente, y disfrutar lo que hay: poco o mucho, fuerte o débil. Ojalá él haya vivido como yo cada instante de mi presencia, estaba junto a él: cuando comíamos, cuando tomábamos mate, al dormir. Siempre yo presente. Creo que aprendió mucho también. Un placer haberlo conocido.

Las almas gemelas se encuentran y luego se despiden...Dios y el Universo sabrán...





Martíns G.








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anuncio